Si nos encontramos en armonía, nuestros Chakras estarán activos y equilibrados, permitiendo a nuestro cuerpo realizar sus funciones de forma adecuada para así conservar nuestra salud. La vida ajetreada, el stress, las preocupaciones afectan directamente nuestro cuerpo energético y por ende a nuestros Chakras, provocando un desequilibrio y esto se manifestará en forma de tensión, malestar o enfermedad.
Una o varias sesiones de Reiki nos ayudarán a lograr de nuevo el equilibrio perdido en los Chakras. A través de un escaneo con las manos o utilizando el recurso del péndulo, podremos detectar donde se encuentra el desequilibrio y así trasmitir energía a esas zonas a través de la imposición de mano.
Una sesión puede durar entre 45 minutos o una hora. La energía Reiki es inteligente, y sabrá cómo administrarla adecuadamente. Esta técnica es segura y con muy pocas contraindicaciones, por no decir que ninguna.
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